Esta discoteca de verano abrió sus puertas en la década de los años noventa y estuvo activa hasta hace un par o tres de años.
El recinto se dividía en dos zonas, la más grande era el espacio central donde se podía escuchar todo tipo de música, y en otra zona más pequeña se encontraba la zona con música electrónica. ¡Para gustos, colores!
Alrededor de la carpa central habían otras ocho carpas más pequeñas y bajo ellas estaban situadas las barras donde pedir la consumición, que a la vez también había servido para que algún que otro camarero/ra se subiera a la barra a bailar.
Ya no queda nada de lo que fue. El viejo descampado de tierra que hacía de parking, ahora está vacío, lejos quedan los días donde viernes y sábado aparcaban los coches.
Tras pasar la entrada principal, encontramos carpas rotas y destrozadas como si un huracán lo hubiese arrasado por última vez, ninguna botella de JB, ni Jack Daniel's,...nada que bailar.