Mi primer viaje en autocaravana: rumbo a la Selva Negra
Preparando el primer viaje
Nuestra autocaravana
Antes de decidirnos, miramos muchísimas autocaravanas de alquiler: desde las pequeñas para dos personas hasta auténticos “autocares” con todas las comodidades.
Elegimos una autocaravana perfilada de 4 plazas con:
- Cama doble fija con mini armarios.
- Cama doble basculante en el salón (que se recogía en el techo cuando no se usa).
- Cocina completa (nevera, fregadero, despensa).
- Lavabo con ducha (siendo 4 adultos es mejor ducharse fuera).
- Trastero para las 4 bicicletas y todo el equipaje.
Era nuestra casa rodante perfecta para empezar a descubrir Europa sobre ruedas.
Qué aprender del primer viaje en autocaravana
- La planificación es clave: definir rutas, paradas y alternativas en caso de mal tiempo.
- Menos es más: no sobrecargar la autocaravana; aprenderás qué ropa y accesorios realmente necesitas.
- Flexibilidad: la lluvia o imprevistos pueden cambiar los planes, pero siempre se puede improvisar.
- Disfrutar el camino: más allá de los destinos, viajar con la casa a cuestas permite detenerse donde quieras y descubrir rincones únicos.
Dicho todo esto… empezamos nuestra aventura por la Selva Negra.
Día 1: Barcelona – Lyon (Francia)
Los nervios al salir
Ruta y primeras paradas
🛌 Reflexión del primer día
📌 Recomendaciones para el primer día en autocaravana.
Día 2 – Francia – Friburgo de Brisgovia (Alemania)
Al día siguiente retomamos la ruta y cruzamos la frontera rumbo a Friburgo
de Brisgovia, la cuarta ciudad más grande de Baden-Wurtemberg.
Situada a las puertas de la Selva Negra, es famosa por su ambiente
universitario, su catedral gótica y los Bächle, esos pequeños canalitos de
agua que recorren sus calles adoquinadas.
Llegamos a media tarde y encontramos un área destinada exclusivamente a
autocaravanas. Allí nos tocó hacer nuestro primer cambio de aguas del baño.
La verdad, no fue nada agradable: levantar el depósito y vaciarlo en la zona
habilitada resultó bastante “vomitivo”. Pero es parte de la vida en
carretera, y una de esas rutinas que aprendes a aceptar con humor.
Con la faena hecha, cogimos las bicicletas con la idea de recorrer el centro
histórico. Pero la suerte no estuvo de nuestro lado: apenas llegamos a
pedalear unos metros, un diluvio universal cayó sobre nosotros. No nos quedó
otra que volver empapados a la autocaravana, cenar algo caliente y descansar
para el día siguiente.
📌 Recomendaciones en Friburgo.
Martinstor (conocida como Puerta de Martin) es la antigua fortificación de la ciudad y la puerta de Freiburg, conservada desde la época medieval. |
Mercadillo al aire libre en Friburgo |
Paseando por la ciudad, nos encontramos una actuación orquestal organizada por la Asociación Musical de Friburgo |
Feierling es un restaurante que hace su propia cerveza y comparte productos locales de alta calidad. |
Zimbali Duo con Tatiana Suschchenia y Vera Shetska |
Tranvía antiguo en Friburgo |
Puente de Wiwilí (Wiwilíbrücke) en Friburgo de Brisgovia, mide 158 metros de longitud. Conecta el barrio de Stühlinger con el casco antiguo de la ciudad, cruzando las vías del ferrocarril. |
La ciudad se distingue como la “capital ecológica” por su sostenibilidad y numerosos festivales. Este es un ejemplo con su música al aire libre. |
Día 3 – De Friburgo a Gengenbach
El día amaneció (por fin) soleado y eso nos devolvió la energía y alegría. Después del chaparrón del día anterior, cogimos de nuevo las bicicletas con más suerte y nos lanzamos a recorrer Friburgo. Pedalear por sus calles adoquinadas, cruzar los pequeños Bächle que serpentean entre las casas y detenernos frente a la imponente Catedral gótica fue una experiencia inolvidable. ¡Y por fin pude sacar mis primeras fotografías del viaje! Las echaba mucho de menos.
Tras la visita, pusimos rumbo a nuestro siguiente destino: Gengenbach, una pequeña joya del sur de Alemania, en el borde de la Selva Negra, dentro del distrito de Ortenau (Baden-Wurtemberg). La carretera nos regaló paisajes verdes y pueblos encantadores hasta llegar, ya al atardecer, a esta localidad de cuento.
Aparcamos en un área de autocaravanas de pago, muy bien situada, y nos dispusimos a dar un pequeño paseo. Gengenbach nos recibió con sus casas de entramado de madera y una atmósfera medieval que parece sacada de una postal. No es casualidad que la ciudad sea conocida como la perla de la Selva Negra.
Eso sí, la lluvia volvió a saludarnos un rato más, como recordándonos que en este viaje siempre nos acompañaría. Pero lejos de estropearnos el ánimo, le dio un encanto especial al paseo entre calles empedradas brillando bajo el agua.
La jornada terminó así: una cena tranquila en nuestra autocaravana y la primera noche en Gengenbach. Mañana, la ruta continuaría hacia Schiltach.
📌 Recomendaciones en Gengenbach.
Ayuntamiento en Gengerbach |
Casas en Gengenbach - Ruta por la Selva Negra |
Casas en Gengenbach - Ruta por la Selva Negra |
Casas en Gengenbach - Ruta por la Selva Negra Torre de la Puerta Superior |
Casas en Gengenbach - Ruta por la Selva Negra en autocaravana |
Vaca hippy en Gengenbach |
Torre de la Puerta Superior en Gengenbach |
Callejuelas en Gengenbach |
Vistas preciosas desde nuestra área de pernocta en Gengenbach |
Presa en el río Kinzig Steg, Gengenbach, Alemania. |
Presa en el río Kinzig Steg, Gengenbach, Alemania. |
Día 4 – De Gengenbach a Schiltach y Triberg
El domingo por la mañana dejamos atrás Gengenbach y nos dirigimos hacia Schiltach, una pequeña localidad alemana enclavada en la Selva Negra. Su casco histórico, con casas de entramado de madera perfectamente conservadas, parece detenido en el tiempo. Pasear por sus calles empedradas fue como entrar en un cuento medieval.
Paramos a comer en la autocaravana y, tras un descanso, retomamos la ruta hacia nuestro siguiente destino: Triberg, también en Baden-Wurtemberg. Situada entre los 600 y 1.050 metros de altitud, es conocida por su entorno natural y por una de sus grandes atracciones: las cascadas más altas de Alemania.
Accedimos al parque (entrada de pago) y disfrutamos del espectáculo del agua descendiendo en un total de 163 metros. Fue un paseo ideal para caminar y hacer fotos, además de encontrarnos con las simpáticas ardillas del lugar, acostumbradas a los visitantes y siempre dispuestas a recibir algún cacahuete.
De regreso al centro, recorrimos la calle principal de Triberg, famosa por sus tiendas de relojes de cuco. Visitamos una de las más grandes: allí los había de todos los tamaños y precios, desde modelos sencillos y asequibles hasta auténticas piezas de artesanía que superaban los mil euros. Todo un clásico de la Selva Negra.
Al caer la tarde, partimos rumbo a Überlingen, aunque la noche nos sorprendió antes y terminamos durmiendo en la entrada de un pequeño pueblo cercano a nuestro destino.
📌 Recomendaciones en Schiltach y Triberg.
SCHILTACH: pasear por la plaza del mercado, visitar el Museo de la Farmacia y dejarse perder por sus calles medievales.
TRIBERG: Cascadas (las más altas del país, con 163 m de caída).
Museo de la Selva Negra (Schwarzwald Museum), con colecciones de relojes de cuco y trajes tradicionales.
Tiendas de relojes de cuco en la calle principal: una tradición que merece la pena conocer.
Sabores típicos: en la zona se encuentran embutidos ahumados de la Selva Negra y, cómo no, la famosa Schwarzwälder Kirschtorte (tarta Selva Negra).
Fotografías de SCHILTACH:
Ayuntamiento de Gengenbach |
Un lugar ideal para admirar las casitas de Gengenbach |
En la Plaza del Mercado se encuentra el APOTHEKEN MUSEUM, el museo privado de la farmacia, uno de los más grandes de Europa. Está ubicado donde estaba la antigua farmacia de Schiltach. |
Evangelische Stadtkirche. Iglesia Protestante de Schiltach. |
Esta iglesia protestante, es una de la smás grandes de la región. |
En estas ciudades de Alemania, suelen decorar la entrad de sus casas, sobre todo en época navideña. |
Estación ferroviaria de Schiltach. |
Estación ferroviaria de Schiltach. |
Fotografías de TRIBERG:
Tras visitar Schiltach, continuamos el viaje hacia Triberg.Un lugar muy especial donde en la calle principal venden relojes de cuco.
¡Y no os perdáis el recorrido por las cascadas!
Calle principal de Triberg donde hay varias tiendas de relojes de cuco |
Relojes de cuco en una de las tiendas de Triberg |
Relojes de cuco en una de las tiendas de Triberg |
Relojes de cuco en una de las tiendas de Triberg |
Relojes de cuco en una de las tiendas de Triberg |
Fotos de las cascadas en Triberg:
La entrada para ver las cataratas es bajo pago |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg |
Las cascadas más altas de Alemania se encuentran en Triberg Triberg |
Día 5 – Meersburg, a orillas del lago de Constanza
El día amaneció nublado y, estando ya en plena Selva Negra, temíamos lo peor: la lluvia. Y en efecto, algunas gotas hicieron acto de presencia. Sin embargo, no nos detuvieron.
Llegamos a Überlingen al mediodía, lo que nos dio tiempo suficiente para conocer la ciudad, y a pesar que el cielo estaba gris, dimos un agradable paseo por la localidad.
Überlingen está situada en la orilla norte del lago de Constanza (Bodensee), uno de los lagos más grandes de Europa Central y frontera natural entre Alemania, Suiza y Austria. La ciudad, además de ser la segunda más grande del distrito del lago, es un importante centro gracias a su puerto, que conecta a las comunidades de la periferia.
Caminar por su casco antiguo nos permitió descubrir plazas con encanto, iglesias de piedra y rincones con vistas al lago. Incluso con lluvia, el ambiente era tranquilo y acogedor, perfecto para dejarse llevar.
La jornada terminó aquí, en Überlingen, donde hicimos noche antes de continuar nuestra ruta al día siguiente.
📌 Recomendaciones.
Escultura de la columna mágica de Peter Lenk- Puerto de Meersburg (Alemania) |
Neues Schloss (Castillo Nuevo) en Meersburg, Alemania |
Meersburg está muy bien señalizado |
Día 6 – Überlingen. Palafito y alrededores.
Tras la tarde lluviosa del día anterior, nos temíamos lo peor… que cada día nos acompañara el mismo panorama. Y efectivamente, el sol no apareció. Aun así, decidimos arriesgarnos y salir con las bicicletas para aprovechar la mañana.
La mala suerte nos alcanzó a mitad de camino: en medio de la nada nos sorprendió una lluvia torrencial. Pedaleamos bajo un auténtico diluvio, intentando sin éxito refugiarnos bajo los árboles (aunque en tormenta, eso es lo último que se debe hacer). Por “suerte”, encontramos un medio refugio bajo el tejadillo de la entrada de una casa. Allí esperamos a que amainara la tormenta para poder continuar la ruta, completamente empapadas pero aliviadas de haber tenido dónde guarecernos.
En la Selva Negra parece algo habitual; la lluvia y las tormentas pueden aparecer de un momento a otro, incluso si no lo anuncian las nubes.
Por la tarde, ya de vuelta en Überlingen, volvimos a sacar las bicis para visitar un lugar único: el Museo de Palafitos de Unteruhldingen, un museo arqueológico al aire libre situado junto a la orilla del lago Constanza. Las reconstrucciones de viviendas sobre pilotes muestran cómo vivían los pueblos prehistóricos en esta región, y pasear entre ellas es como un viaje al pasado.
El día terminó de nuevo en Überlingen, donde decidimos pasar nuestra segunda noche. Durante la cena surgió la gran duda: ¿continuar con la ruta ciclista de dos días que habíamos planeado, o rendirnos ante la lluvia que parecía no darnos tregua?
📌 Recomendaciones en Überlingen y alrededores.
Excursión recomendada: el Museo de Palafitos de Unteruhldingen, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Curiosidad: el lago Constanza no solo es frontera natural entre tres países (Alemania, Suiza y Austria), sino que también abastece de agua potable a más de cuatro millones de personas.
Sabores típicos: el pescado fresco del Bodensee (como la perca y el lucio), acompañado de los vinos de la región.
FOTOGRAFÍAS DEL PALAFITO:
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
Palafitos en Unteruhldingen |
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Día 7 – De Überlingen rumbo a Annecy
El séptimo día fue, en gran parte, una jornada de carretera. El mal tiempo en la Selva Negra truncó nuestros planes de hacer la ruta en bicicleta que teníamos proyectada, así que decidimos dar un giro de 360º en nuestra ruta: empezamos el regreso hacia Barcelona, pero con la idea de ir parando según la marcha.
Ese día prácticamente lo pasamos en la autocaravana, avanzando kilómetros. No hubo fotos ni visitas, tan solo el sonido de la lluvia acompañándonos por el camino. Nuestro siguiente destino sería Annecy (Francia), un destino que nos atraía antes de volver a casa.
A veces los viajes son así: los planes cambian, la lluvia obliga a improvisar y las etapas se convierten más en tránsito que en descubrimiento. Pero forman parte del recuerdo y del espíritu de la ruta.
📌 Pinceladas sobre Annecy (Francia).
Día 8 – De Annecy a Aix-les-Bains
Tras pasar la noche en una carretera que ya ni recordamos, llegamos a Annecy hacia las 11 de la mañana.
Esta preciosa ciudad se encuentra en el departamento de Alta Saboya, en la región de Auvernia-Ródano-Alpes, y es conocida como la Venecia de los Alpes gracias a sus canales y su entorno natural privilegiado.
Tuvimos suerte nada más llegar: conseguimos dejar la autocaravana en una calle cualquiera y, además, sin pagar aparcamiento. A diferencia de la Selva Negra, aquí el tiempo nos sonrió: el sol apareció y pudimos disfrutar de la ciudad sin lluvia. Paseamos por su casco antiguo de calles adoquinadas, llenas de vida y color, y por el borde del lago de Annecy, uno de los más limpios de Europa.
Después de comer, retomamos la ruta hacia Aix-les-Bains, donde llegamos alrededor de las 19:00 h. Allí también tuvimos suerte al principio, encontrando aparcamiento delante de una piscina. Parecía un lugar tranquilo, ideal para pasar la noche.
Pero la calma duró poco. Tras dar una vuelta en bicicleta y regresar sobre las 23:00 h, nos encontramos con una sorpresa nada agradable: la autocaravana estaba rodeada de coches, autocares y motos. Descubrimos que la zona era un epicentro de ocio nocturno, con discotecas y pubs. El bullicio, el riesgo de no pegar ojo en toda la noche y, peor aún, la posibilidad de que algún borracho pudiera causar daños a la autocaravana (¡y adiós fianza!) nos hicieron tomar la decisión rápida: salir de allí pitando y buscar un lugar más seguro para dormir.
📌 Recomendaciones en Annecy y Aix-les-Bains.
FOTOS DE ANNECY:
Puente del amor |
FOTOS DE AIX-LES-BAINS:
Día 9 – De Aix-les-Bains a Aigues-Mortes
Nuestro penúltimo día de viaje amaneció por fin con sol. Dejamos atrás Aix-les-Bains y emprendimos rumbo hacia Aigues-Mortes, una localidad francesa del distrito de Nimes, en la región de Gard, Languedoc-Rosellón.
Llegamos a esta sorprendente ciudad que se encuentra totalmente amurallada. Sus murallas, levantadas en el siglo XIII bajo el reinado de Luis IX, encierran un casco urbano lleno de historia, callejuelas rectas y plazas animadas. Caminar por su interior es como regresar a la Edad Media, con torres de vigilancia, puertas fortificadas y la imponente Torre de Constanza, que aún domina el horizonte.
El contraste con los paisajes verdes de la Selva Negra y los lagos alpinos de días anteriores era enorme: aquí el ambiente mediterráneo, la luz y el calor nos acompañaron, dándonos la sensación de que el viaje se acercaba a su fin, pero dejándonos un lugar mágico para recordar.
📌 Recomendaciones en Aigues-Mortes.
La Torre de Constanza, antigua prisión de hugonotes.La plaza Saint-Louis, centro neurálgico con cafés y terrazas.
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Día 10 – Regreso a Barcelona
Nuestro último día fue prácticamente de carretera. Tocaba regresar a Barcelona y entregar la autocaravana antes del anochecer, limpia y en buen estado, así que no había tiempo para más aventuras.
El trayecto fue bastante ameno, aunque no faltaron algunas retenciones en la autopista. Era normal: pleno verano, sábado, y todos los coches de vacaciones coincidiendo en la misma dirección. A pesar de ello, la vuelta se nos hizo ligera.
Y así, poco a poco, nuestro viaje llegó a su fin. Diez días intensos, de carretera, paisajes, ciudades nuevas, lluvias torrenciales y también momentos de sol. Fue una experiencia preciosa que sin duda repetiremos, aunque la próxima vez iremos más preparadas: con las rutas mejor planificadas y sabiendo exactamente dónde pasar la noche, porque en muchos lugares está prohibido estacionar la autocaravana fuera de áreas específicas.
Aun así, la sensación al cerrar esta aventura fue clara: volveremos a viajar sobre ruedas. Sea donde sea, la experiencia merece la pena… y ojalá la próxima vez el sol nos acompañe más a menudo.
Para acabar, un recuerdo especial: nuestra pequeña “casita” rodante, que nos llevó durante diez días por Francia, Alemania y Suiza, guardará siempre un pedacito de esta aventura.
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