Marmellar

La primera vez que oí hablar de Marmellar pensé:

- Uy, un pueblo fantasma.... ¡ahí no voy ni loca!

Me hablaron de abandonos, sectas, y hasta muertes. Pensé que lo mejor sería no ir pero... me picó la curiosidad.

Días más tarde investigué por internet todo lo relacionado con dicho pueblo y efectivamente tal y como me contaron era un pueblo fantasma donde se le atribuía lo anteriormente dicho, hasta tal punto que leí también el asesinato de dos chicas y profanación de tumbas.

Leer esas cosas me da mucho respeto pero me insistieron tanto en ir que al final accedí.

Me estudié el camino para llegar bien así que no lo vi tan complicado y llegamos perfectamente.

Marmellar se encuentra en el núcleo de Plà de Manlleu pero no es necesario llegar hasta ahí.

Desde la población de Sant Jaume dels Domenys cogimos la carretera en dirección a Plà de Manlleu, una subida de unos 10 kms. aprox.  de curvas. Fuimos con el coche despacito ya que al ser la carretera de doble sentido te puedes esperar cualquier cosa. 

Una vez llegamos arriba pasamos un edificio en ruinas que quedaba a nuestra derecha. Después encontramos un cruce también a la derecha y cogimos el camino dirección a La Talaia. Desde ahí y aproximadamente 1 km encontramos un camino a nuestra izquierda, giramos y paramos un momento el coche en una pequeña explanada.

Leí en internet que podíamos dejar el coche ahí mismo y seguir andando unos 30 minutos o bien seguir conduciendo. Y eso hicimos, continuamos sin bajar del coche hasta llegar a nuestro destino, Marmellar.  Eso sí, fuimos despacio ya que habían muchas piedras por el camino e íbamos balanceándonos. 

Una vez en el pueblo dejamos el coche abajo, justo al principio donde hay una subida que va en dirección a la iglesia.

Y bueno, solo deciros que fue una aventura explorar todos los rincones.

Lo que me dio más “yuyu”  fue entrar en el cementerio (detrás de la iglesia) y ver los nichos vacíos. La verdad es que el día tampoco acompañaba mucho, el sol salía y se escondía, ….y el silencio que habitaba ahí y que solo el ruido de los árboles lo rompía…. ¡me muero si me sale alguien!

También entramos en la iglesia y si vas con cuidado se puede subir por unas escaleras que te llevan al campanario, eso sí, con mucha precaución porque no hay barandilla.

El resto del pueblo me encantó ya que pudimos entrar en todas las casas (ya en ruinas) e imaginarnos como sería antes de ser abandonado.

En fin, una experiencia mística, misteriosa,.... digno de una película de intriga.

Justo al inicio de este camino y a mano derecha, dejamos el coche.

¡Acojone me daba estar ahí!
Cualquier ruido de las hojas y ramas zarandeándose por el aire ...te imaginas cualquier cosa, que alguien salga inesperadamente y te de un susto o vete a saber que.... :(